Periodista
Ahí va, con muchos kilos menos y con una adustez furiosa, va, peleando, atropellando, golpeando a cualquiera para remontar las cifras de Ipsos Apoyo, para ganar lo que en privado, colérica, detesta con rabia y con palabras de callejón; sin embargo, nada es suficiente y pareciera que estuviese baldeando el desierto.
Lourdes Flores va en reversa, con esas ganas de ganar por pura pica, flanqueada de una mancha nada presentable que tiene más anticuchos de los que se vendieron en “Mistura”.
Va totalmente confusa, sin enemigos políticos claros, golpeando primero, disculpándose después, hablando por hablar, hasta de derechistas montesinistas que supuestamente la han puesto contra la pared a ella que es, dice, defensora de la democracia y del progreso.
Va de la mano de su amigo Xavier Barrón, aquel tramposo que engañaba a viejitos para que votaran por él, el mismo que sabe los resultados de las encuestas antes de que se publiquen y que alucina tener el poder de cambiar las cifras de nada menos que la encuestadora Ipsos Apoyo.
Un currículo inmenso tiene este hombre de Lourdes que de nada le servirá a su lado, salvo para ayudarla a seguir perdiendo votos. Entonces que se quede donde está. Hay testigos que juran que Barrón fue el asesor que hizo todas las jugadas para que el reeleccionista Carlos Burgos, quien democráticamente se baja todos los panales de sus adversarios en San Juan de Lurigancho, dejara las filas de Cambio Radical para empeorar la lista de candidatos de Lourdes.
Barrón juega de todas maneras a favor de los contendores de Lourdes o en el mejor de los casos sólo a favor suyo, moviendo piezas sin respetar nada y es bien raro que Lourdes siga confiando él. Es como en sus momentos de serenidad, la candidata pepecista también piense lo que ya oímos en potoaudio.
Sigamos con Barrón ¿Cuántas veces habrá cambiado la tendencia de los resultados de las encuestadoras que están, algunas, ansiosas de que alguien les toque la puerta para ofrecerles dinero? Hay encuestadoras que si nadie les toca la puerta, ellas dan la iniciativa. Son diligentes para las cifras (de lo que van a cobrar).
Barrón es sólo un público botoncito de muestra de los amigos impresentables de Lourdes. Hay otro recién presentado a la prensa, sí, el de voz de metralleta, que cuando debe decir diez palabras se manda con cien, y da yapa. Alguien diría de él: se haría rico si vendiera caro su silencio.
Sí, es Jaime Salinas, prometedor incumplido, el que ofrece mucho y otorga poco. Cuentan que cuando era candidato entusiasta no sé a qué de Solidaridad Nacional hace algunos años ofreció 50 panales publicitarios para quedar bien con el jefe y apenas puso cinco.
Sin embargo, Salinas hizo cosas peores. Heriberto Benítez ha recordado en nuestro diario que, en las elecciones de 2006, la gente del asesor en temas políticos de Lourdes le pidió 50 mil dólares para que lo incluyan en una lista de candidatos al Congreso que, además, iba perder de todas maneras. Salinas dice que Benítez miente, que el ex parlamentario es un inventor.
Dime quiénes son tus amigos para ver si votaré por ti. Lourdes no tiene mucho que decir porque se ha rodeado de esos que dicen que han estudiado afuera y que en lo único que piensan es cómo acomodarse aquí.
Tema de fondo
Flores se ha rodeado de amigos que le sacan citas con representantes de empresas transnacionales para conversar antes de las elecciones, seguramente, sobre cuánto puede costar una obra de gran envergadura y cómo se maneja el asunto de los pagos por esta obra.
Nunca sabremos lo que Lourdes habló con representantes en el país de las empresas: española ACS y la brasileña Camargo Correa, después de que el lobbysta Remigio Morales Bermúdez, el popular “Rómulo León 2”, le sacara una cita con suma urgencia.
Nunca sabremos de qué hablaron porque Lourdes no recuerda los temas de la conversación. Dice no acordarse por hablar con miles y miles y no tiene porque acordarse de la conversación con representantes de empresas que mueve millones de dólares en el mundo.
La cuestión es que aquellas empresas pensaron que estaban hablando con la ganadora fija de las elecciones, quizá, para ayudar a reforzar la campaña con algún apoyo, o para agilizar algunas cosas, algunos proyectos millonarios. Nadie sabe. Sólo Lourdes, y debe salir a explicar. No basta lo que diga Salinas. Además, a él no se le entiende. Habla demasiado. Se alucina candidato y no sería raro que un día de estos nos diga que los temas espinosos lo abordará su asesor político.
Sin embargo, Flores, saltando las vallas de los cuestionamientos, no se da por rendida y acelera el paso para la derrota; y cada vez comete más errores como para que al perder la elección diga: perdí por mis errores y nada le de debo a ustedes.
Tiene entre sus pergaminos errores abismales, el más gráfico es haber recibido dinero por honorarios de un tipo nada transparente y que además está investigado por supuestamente lavar dinero a favor del narcotráfico. César Cataño le pagó tanto que Lourdes lo pagará con la derrota.
Hay otros errores como eso de atacar a Susana Villarán haciéndole el juego a un escaso número de escribamos del pensamiento Rey. Cada ataque a Susana le cuesta votos. Por ahora está tranquila. Susana, a su vez, también la ha tratado como una vieja amiga por el asunto del potoaudio. Ni siquiera le pidió que explicara sus reuniones con los representantes de las mencionadas encuestas. Las dos mujeres punteras están, por ahora, tranquilas, quizá esperan el debate de este 19 para agarrarse a pañuelazos. Y ojo que las dos tienen pasta para la polémica. El cara-cara es más interesante que esa exposición desordenada de propuestas del pasado jueves por la noche.
