Así lo aseguró el representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Aldo Lale-Demoz, quien dijo estar convencido de que el Perú tiene todos los elementos humanos, los cuadros técnicos y la voluntad de hacer frente a este flagelo.
Afirmó que en nuestro país están sentadas las bases para conseguir ese objetivo y destacó que el gobierno central es conciente de que un problema de esta magnitud no es de los países vecinos, “no solo por las adiciones sino también por la violencia y los fondos ilícitos que genera y que siempre van a mal destino”.
“Tengo una tremenda esperanza de que, con la descentralización, los gobiernos municipales y regionales tomen en sus manos la responsabilidad”, dijo.
Agregó, en ese sentido, que durante los innumerables viajes hechos al interior del país se convenció de que los gobiernos locales y regionales saben realmente dónde está el problema y tienen ideas claras de cómo resolverlo, “aunque por mucho tiempo se pensara que el gobierno central debía afrontar el tema”.
“Si logramos movilizar ese tipo de fortaleza y hacemos mucho trabajo, el país en tres o cuatro años conseguirá éxito en esta lucha”, remarcó el funcionario, quien deja el cargo en el Perú para ejercer el mismo puesto en Colombia.