La situación de Jorge Camala, chofer del vehículo que cayó el último sábado al río en Quillabamba, y en cuyo interior se halló droga, es muy comprometedora, tras intervenirse hoy el taller donde trabajaba y en el cual se acondicionaba un auto para transporte de estupefacientes, señaló hoy la Fiscalía.
La mujer fue intervenida; el chofer, que fue hallado esta mañana, permanece en el hospital de Quillabamba bajo vigilancia policial, pero hasta el momento ha evitado declarar, comentó el fiscal.
Carlos Pérez Sánchez, presidente de la Junta de Fiscales de Cusco, refirió que luego de contabilizar los 11 kilos de pasta básica de cocaína hallados dentro del vehículo siniestrado, se ubicó, junto con la Policía, un taller de mecánica arrendado por Camala.
"Allí vivía con su conviviente, Julia Choque Gayoso. Al registrar el lugar se encontró un station wagon al cual se le preparaban caletas para camuflar droga y un tanque de combustible que tenía una caleta lista para ser acondicionada", precisó.
Una "caleta", explicó, es un espacio que se prefabrica especialmente para ocultar paquetes con droga, y fue lo que se encontró en el taller. Sin embargo, advirtió que con todas las evidencias encontradas se presume que tiene que ver con el delito de tráfico ilícito de drogas y se encuentra en una situación comprometida.
"Ahora se entiende por qué se lanzó al río: para ocultar y desaparecer las huellas del delito. Las circunstancias están más claras, el conductor efectuó una acción temeraria a fin de desaparecer las evidencias, algo que no consiguió", añadió Pérez.
Refirió que, de acuerdo con la última información recibida, dicho vehículo obstaculizaba un puente, por lo que fue intervenido y conducido a la comisaría; pero en el trayecto, de forma temeraria, Camala se desvió hacia el río.
Dicha maniobra ocasionó la muerte del alcalde de Kepashiato, Rosalío Sánchez, quien viajaba en la unidad, recordó.
Fuente: Noticia Local / Agencia Andina
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