Londres, 02 / 10 / 2007
Muestras de cabello tomadas de momias de niños sugieren que los antiguos incas "engordaban" a pequeños escogidos para sacrificios rituales meses antes de matarlos, revelaron hoy investigadores británicos.
Un análisis químico de cuatro momias halladas a alturas elevadas en las montañas de los Andes también indica que los incas llevaban a los niños en prolongados peregrinajes antes de su muerte, observó el equipo.
En el caso de "la doncella de Llullaillaco", de 15 años, el camino hacia la muerte comenzó al menos 12 meses antes.
Las momias congeladas, algunas de ellas extremadamente bien preservadas, provienen del sito arqueológico más elevado del mundo y ofrecen una perspectiva de los orígenes de las víctimas y de cómo eran elevadas en el estatus social y preparadas para los rituales.
Los investigadores, que publicaron sus hallazgos en Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias y difundidos por la agencia Reuters, analizaron muestras de cabello de hasta 25 centímetros de largo en niños de entre 6 y 15 años.
Esta longitud representaba aproximadamente dos años y medio de crecimiento del cabello, lo que dio a los investigadores una imagen de las vidas de los niños durante un período de tiempo relativamente extenso.
Cambios en los isótopos, o las firmas químicas, en las muestras más antiguas, mostraron que los niños se alimentaban con una dieta permanente de vegetales típica de origen campesino.
Pero en los 12 meses previos al sacrificio, la dieta cambió repentinamente a alimentos reservados para la élite, como maíz y carne, lo cual posiblemente representa la elevación en el estatus de los niños, para ofrecérselos a los dioses, aseguraron los investigadores.
Otros cambios isotópicos indican que en sus últimos tres o cuatro meses los niños iniciaron un peregrinaje a las montañas, posiblemente desde la capital inca de Cusco, tras recibir cortes de cabello rituales.
Fuente: Noticia Local - Agencias
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