En este verano, el nutricionista del Instituto Nacional de Salud (INS), César Domínguez, recomendó a la población consumir verduras y frutas debido a que su fibra ayuda a controlar el sobrepeso y la obesidad.
El especialista explicó que la fibra prolonga el tiempo de masticación y por la cantidad produce rápidamente la sensación de saciedad. Además posee menos calorías.
Las dietas ricas en fibra “secuestran” parte de los azúcares y las grasas ingeridas, reduciendo su absorción. Asimismo, facilita el tránsito intestinal aportando efectos muy beneficiosos para nuestro sistema digestivo y la salud en general, detalló Domínguez.
El nutricionista aconsejó consumir la fibra en frutas, verduras, cereales, pan y harinas integrales. “Tomar extractos de verduras o frutas no es tan recomendable como consumirlas enteras en ensaladas o en jugos, ya que al tomar sólo el zumo (líquido) de estos alimentos dejamos de comer la fibra, que es la que ayuda a mejorar el tránsito intestinal”, precisó.
¿En qué cantidad y dónde?
Como prevención frente a enfermedades no transmisibles (hipertensión, colesterol elevado, diabetes, cáncer de colon, entre otros), el especialista en nutrición sugirió el consumo diario de frutas y verduras en cantidades adecuadas (400-500 g diarios). “Por ejemplo: un vaso de jugo de frutas, una manzana a media mañana, un plato de ensalada de verduras en el almuerzo y una mandarina a media tarde, para alcanzar el requerimiento necesario del día”, dijo Domínguez Curi.
Algunos alimentos con alta cantidad de fibra son manzanas, peras, naranjas, piña, fresas, brócoli, alcachofa, zanahoria, tomate, espinaca. Otros son el salvado de trigo, pan integral, lentejas, cebada, avena y frutos secos.
¿Qué es?
La fibra es un carbohidrato que no es digerido por nuestras enzimas, por lo que no se absorbe y pasa íntegro a nuestro aparato digestivo, limpiándolo, facilitando el tránsito intestinal y aportando efectos muy beneficiosos para nuestra salud en general.
Existen dos tipos de fibra: insoluble y soluble. La fibra insoluble se encuentra en los cereales integrales y sus derivados: pan, pasta, etc. Este tipo de fibra aumenta la movilidad intestinal, disminuyendo ciertos trastornos como el estreñimiento. Mientras, la fibra soluble se encuentra en las frutas, verduras y legumbres. Los beneficios de este tipo de fibra son amplios: combate el colesterol, previene el cáncer de colon, combate las subidas de azúcar en sangre, entre otros.
Fuente: Noticia local – Prensa Instituto Nacional de Salud