Una nueva forma de detección precoz para el cáncer de ovario está mostrando ser eficaz, asegura una investigación publicada en Cancer, en la que se demuestra que el sistema, probado sobre más de 4.000 mujeres, es capaz de identificar a aquellas mujeres que precisan tratamiento.
Uno de los mayores problemas con el cáncer de ovario es su identificación precoz ya que la mayoría de los casos se identifican en fases avanzadas por lo que su tratamiento no es todo lo efectivo de lo que se desearía.
Por eso, los resultados de este trabajo, aunque pequeño, pueden cambiar el paradigma de esta enfermedad. Se espera que los datos finales de un estudio más amplio -más de 50.000 mujeres- no se publiquen hasta 2015.
Uno de los mayores problemas con el cáncer de ovario es su identificación precoz ya que la mayoría de los casos se identifican en fases avanzadas por lo que su tratamiento no es todo lo efectivo de lo que se desearía.
Por eso, los resultados de este trabajo, aunque pequeño, pueden cambiar el paradigma de esta enfermedad. Se espera que los datos finales de un estudio más amplio -más de 50.000 mujeres- no se publiquen hasta 2015.
Supervivencia
La tasa de supervivencia cuando el cáncer de ovario se diagnostica a tiempo es casi del 90%; sin embargo, si no se hace a tiempo, la curación apenas alcanza el 30%. A diferencia de otros tipos de cáncer, los síntomas, como el dolor pélvico y abdominal o hinchazón persistente, son comunes a otras enfermedades, por lo que no es sencillo su diagnóstico.
Aunque se sabe que la proteína CA125 suele estar más elevada en la sangre de las personas con cáncer de ovario, su fiabilidad es escasa, ya que se acompaña de falsos positivos y negativos.
Lo que pretende hacer esta investigación es refinar esta prueba; se trata, explican los investigadores de la Universidad de Texas (EEUU), de usar este test sanguíneo para clasificar a las pacientes en grupos de riesgo en función de los niveles de CA125. Y en vez de tratar directamente a las pacientes de bajo riesgo mediante cirugía, dejarlas en observación durante un año, y de tres meses a las de riesgo medio. Sin embargo, a las que tienen el mayor riesgo se las realiza una ecografía para identificar el tumor.
El estudio ha analizado a 4.015 mujeres postmenopáusicas durante una media de 11 años. En total, apenas 10 mujeres se trataron con cirugía y la mayoría de los tumores se identificaron en fases tempranas.
En declaraciones a la BBC, Karen Lu afirmó que los resultados no van a cambiar «la práctica clínica habitual, pero nos da una idea de cómo debemos actuar -en el estudio apenas hubo falsos positivos».
Lo que sí podría tener un impacto en la clínica diaria serán los resultados de un macroestudio -el estudio UKCTOCS- que se está llevando a cabo en Gran Bretaña sobre más de 50.000 mujeres y que, posiblemente, señaló la investigadora, responderá a dos cuestiones claves: «podremos identificar el cáncer en una etapa más temprana y así disminuir el número de muertes».
Fuente: Noticia Local - ABC
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