El Gobierno Central pudo evitar la muerte de los cinco pobladores de Azángaro que fallecieron el último viernes en su intento de tomar el aeropuerto Manco Cápac, y los disturbios ocurridos en Juliaca y otras provincias puneñas, según informó hoy el diario “Perú.21”.
Dicho medio reveló que cerca de 12 reportes de Inteligencia de la Policía Nacional alertaron, desde mayo, que un grupo de personas planificaba radicalizar las protestas en el altiplano y que, una de sus acciones, sería precisamente hacerse con el control de centro aeroportuario.
Agentes de la Policía de la XII Dirtepol-Puno y un contingente especial enviado desde Lima, se percataron, apenas el dirigente aimara Walter Aduviri declaró el 9 de mayo que la región acataría un paro indefinido, que se venían preparando acciones al margen de la ley. Según cinco reportes de Inteligencia, La PNP envió toda esta información a la Presidencia del Consejo de Ministros, y a los portafolios de Energía y Minas y Ambiente.
Fuente: Noticia Local - El Comercio
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