A cinco días de las Elecciones Generales, el candidato presidencial de la Alianza por el Gran Cambio, Pedro Pablo Kuczynski, tuiteó que en pocas semanas ha remontado en las encuestas de tal forma que en la práctica ya se encuentra en la segunda vuelta.
“Ni la mentira ni el temor han podido detenernos. Pasamos de (x) a más de (xx) en pocas semanas”, escribió Kuczynski en su twitter, sin precisar cuál era su fuente de información para hacer tal aseveración. (Ver facsímil)
Lo hizo sin importarle que el artículo 191 de la Ley Electoral emitida por el Jurado Electoral de Elecciones prohíbe la difusión de resultados de sondeos o datos estadísticos después del 3 de abril en los medios de comunicación y en las redes sociales, bajo pena de ser pasible a una sanción de hasta 100 UIT, es decir 360 mil nuevos soles.
De esta forma, Kuczynski se sumó a la campaña iniciada en la víspera por sus simpatizantes que ayer continuaron inundando las redes sociales con una encuesta falsa a favor de su candidatura, con el claro objetivo de atraer los votos de los indecisos o despistados.
Para hacer más creíble este psicosocial, los “ppkausitas” atribuyen esta supuesta encuesta a favor de su candidato a la empresa Ipsos Apoyo. Esta situación obligó ayer a la encuestadora aludida a emitir un comunicado -que “colgó” en su página web, así como en el twitter y facebook-, negando la autoría de esta nueva “encuesta bamba”.
“Están circulando encuestas falsas a nuestro nombre. No hemos realizado ni circulado ninguna encuesta post debate”, reza la aclaración de la encuestadora dirigida por Alfredo Torres. Los voceros de Ipsos Apoyo afirmaron que no adoptarán ninguna medida al respecto y lamentaron no poder evitar que sigan usando su nombre con el propósito de beneficiar a la candidatura de Kuczynski.
Días atrás el director de la Escuela Electoral del JNE, Virgilio Hurtado, advirtió que este organismo activará los mecanismos de fiscalización para investigar y determinar quiénes son los responsables de infringir la norma.
“La Ley establece que en la última semana de un proceso electoral se da un periodo de reflexión al elector para que considere su voto”, acotó. Explicó que en caso un ciudadano invente datos falsos para difundir una encuesta se recurrirá a los mecanismos que permitan conocer de dónde salió la información y dónde se originó la fuga de datos.
Dijo que la detección no es complicada habida cuenta que las encuestadoras electorales están registradas en el JNE, y si se publica una encuesta, esta salió de una de ellas. Ahora la última palabra la tiene el Jurado Electoral Especial de Lima que podría iniciar una investigación en torno a este hecho para determinar si se infringió o no la Ley Electoral.
Fuente: Noticia Local - Diario 16
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