Katmandú, 29 / 10 / 2007
Tras completar la expedición benéfica que ha llevado a artistas internacionales como Mike Peters a ofrecer en el Everest el concierto de rock a mayor altitud de la historia, activistas contra el cáncer anhelan repetir la experiencia en Machu Picchu en 2008.
El pasado domingo, Peters y otros artistas que tienen en común haber padecido el drama del cáncer en carne propia o en sus familias llenaron de música las alturas del Himalaya con un concierto ofrecido en Kala Pathar, la base del Everest, a 5.655 metros de altura, para recaudar fondos contra la enfermedad.
"Everest Rocks" ha unido a 40 músicos, supervivientes del cáncer y montañeros en una expedición de dos semanas que, además de ayudar a dos hospitales nepalíes a dotarse de medios como equipos de radiología para combatir la enfermedad, ha querido llamar la atención mundial batiendo un récord Guinness.
Tras regresar ayer a Katmandú, donde la banda pondrá el broche a su expedición con un concierto mañana, el organizador del evento, James Chippendale, dijo a la agencia EFE que su próximo objetivo son las ruinas peruanas de Machu Picchu.
"Esperamos poder ofrecer un concierto ahí en septiembre de 2008, pero aún no hemos logrado permiso del Gobierno", inquieto por el daño que el turismo está haciendo a las ruinas.
"Queremos trabajar respetuosamente con el Gobierno de Perú. No somos unos gamberros, lo que queremos es tocar guitarras acústicas como hemos hecho en las faldas del Everest", agregó.
El pasado domingo, Peters y otros artistas que tienen en común haber padecido el drama del cáncer en carne propia o en sus familias llenaron de música las alturas del Himalaya con un concierto ofrecido en Kala Pathar, la base del Everest, a 5.655 metros de altura, para recaudar fondos contra la enfermedad.
"Everest Rocks" ha unido a 40 músicos, supervivientes del cáncer y montañeros en una expedición de dos semanas que, además de ayudar a dos hospitales nepalíes a dotarse de medios como equipos de radiología para combatir la enfermedad, ha querido llamar la atención mundial batiendo un récord Guinness.
Tras regresar ayer a Katmandú, donde la banda pondrá el broche a su expedición con un concierto mañana, el organizador del evento, James Chippendale, dijo a la agencia EFE que su próximo objetivo son las ruinas peruanas de Machu Picchu.
"Esperamos poder ofrecer un concierto ahí en septiembre de 2008, pero aún no hemos logrado permiso del Gobierno", inquieto por el daño que el turismo está haciendo a las ruinas.
"Queremos trabajar respetuosamente con el Gobierno de Perú. No somos unos gamberros, lo que queremos es tocar guitarras acústicas como hemos hecho en las faldas del Everest", agregó.
Fuente: Noticia Local - Agencias