Lima, 29 / 10 / 2007
Huellas de pies y manos que datan de hace aproximadamente cinco mil años encontró el equipo de arqueólogos del Proyecto Caral, sobre el piso de la también descubierta plaza circular “TinkuyMituKancha”, al norte de Lima.
El anuncio lo hizo la arqueóloga, y responsable del Proyecto Especial Arqueológico Caral- Supe, Ruth Shady, dentro del marco de celebraciones por el décimo tercer aniversario de presentación de la civilización más antigua de América.
Shady, informó que además localizaron los restos de un infante, de aproximadamente dos años, adornado con cuencas cilíndricas de material orgánico y ofrendas de textiles quemados.
“TinkuyMituKancha” -o plaza de la integración- se ubica entre la Pirámide Mayor y Pirámide la Cantera, construcciones de piedra que forman parte del complejo arqueológico más antiguo del continente.
Las huellas se encuentran dispersas, afirma la estudiosa, y aparecen como si se dirigieran hacia distintas direcciones “como si sus protagonistas danzaran en una ceremonia ritual”, explicó durante la presentación del hallazgo.
“Este descubrimiento nos transmite un mensaje simbólico a la sociedad peruana actual. En esta zona construida que hemos mostrado, se puede observar la división dual que separa un espacio de color amarillo, de otro gris. Ambos habrían sido ocupados en un ritual, por grupos diferenciados que llegaban a un entendimiento en la mitad superior de esta edificación”, dijo.
El anuncio lo hizo la arqueóloga, y responsable del Proyecto Especial Arqueológico Caral- Supe, Ruth Shady, dentro del marco de celebraciones por el décimo tercer aniversario de presentación de la civilización más antigua de América.
Shady, informó que además localizaron los restos de un infante, de aproximadamente dos años, adornado con cuencas cilíndricas de material orgánico y ofrendas de textiles quemados.
“TinkuyMituKancha” -o plaza de la integración- se ubica entre la Pirámide Mayor y Pirámide la Cantera, construcciones de piedra que forman parte del complejo arqueológico más antiguo del continente.
Las huellas se encuentran dispersas, afirma la estudiosa, y aparecen como si se dirigieran hacia distintas direcciones “como si sus protagonistas danzaran en una ceremonia ritual”, explicó durante la presentación del hallazgo.
“Este descubrimiento nos transmite un mensaje simbólico a la sociedad peruana actual. En esta zona construida que hemos mostrado, se puede observar la división dual que separa un espacio de color amarillo, de otro gris. Ambos habrían sido ocupados en un ritual, por grupos diferenciados que llegaban a un entendimiento en la mitad superior de esta edificación”, dijo.
Fuente: Noticia Local - Agencias
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