Especialistas de la National Oceanic and Atmospheric (NOAA) han señalado que los huracanes pueden ser beneficiosos para el ecosistema ya que, al arrastrar lluvias y vientos, ayudan en zonas de sequía y renuevan zonas naturales.
Timothy Schott, meteorólogo de la NOAA, indicó a la BBC que en las zonas en las que un huracán no causa inundaciones “extremas”, puede ayudar a que un lugar específico supere sus temporadas de sequía.
Asimismo, tras el reciente huracán Irene, el metereólogo explica que en el estado de Carolina del Norte, donde existen zonas “anormalmente secas”, el paso de un huracán resulta favorable para la industria agrícola. “Lo mismo podría decirse de partes de Carolina del Norte que padecían lo que llamamos una sequía hidrológica, una falta de precipitaciones durante varios meses”, mencionó.
Sin embargo, no solo la lluvia que trae un huracán es positivo dado que, según Schott, “el viento puede actuar como un incendio en áreas de gran densidad forestal, ayudan a la renovación del bosque”. De esta manera, explica el meteorólogo, los árboles enfermos y débiles caerán ante el huracán contribuyendo a la regeneración vegetal de la zona.
Similar opinión tiene Peter Ortner, director del Instituto Cooperativo de Estudios Marinos de la Universidad de Miami, quien reconoce las bondades de los huracanes. “El viento permite que en una zona donde se acumula materia orgánica y sedimentos se despeja, permitiendo la normal circulación del agua”, anota.
Timothy Schott, meteorólogo de la NOAA, indicó a la BBC que en las zonas en las que un huracán no causa inundaciones “extremas”, puede ayudar a que un lugar específico supere sus temporadas de sequía.
Asimismo, tras el reciente huracán Irene, el metereólogo explica que en el estado de Carolina del Norte, donde existen zonas “anormalmente secas”, el paso de un huracán resulta favorable para la industria agrícola. “Lo mismo podría decirse de partes de Carolina del Norte que padecían lo que llamamos una sequía hidrológica, una falta de precipitaciones durante varios meses”, mencionó.
Sin embargo, no solo la lluvia que trae un huracán es positivo dado que, según Schott, “el viento puede actuar como un incendio en áreas de gran densidad forestal, ayudan a la renovación del bosque”. De esta manera, explica el meteorólogo, los árboles enfermos y débiles caerán ante el huracán contribuyendo a la regeneración vegetal de la zona.
Similar opinión tiene Peter Ortner, director del Instituto Cooperativo de Estudios Marinos de la Universidad de Miami, quien reconoce las bondades de los huracanes. “El viento permite que en una zona donde se acumula materia orgánica y sedimentos se despeja, permitiendo la normal circulación del agua”, anota.
Fuente: Noticia Local - El Comercio - AP