La Defensoría del Pueblo consideró discriminatorios y denigrantes los actos cometidos por dos jugadores del Club Universidad San Martín de Porres en contra de Silvia Reyes, miembro activo de la Asociación Profesional de Árbitros de Fútbol.
En tal sentido, dijo esperar que éstos sean sancionados a fin de prevenir y erradicar un tipo de práctica que afecta no sólo a la referida profesional, sino a la mujer peruana. Mediante oficio enviado a Álvaro Barco, gerente deportivo del Club San Martín de Porres, la Adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, Eugenia Fernán-Zegarra, expresó que tanto las declaraciones de Mario Leguizamón como las de Roberto Silva contienen un sentido sexista, denigrante y violento que contribuye a perpetuar la discriminación por razón de sexo en todas sus formas y espacios.
“Preocupa de manera especial a la Defensoría del Pueblo que los escenarios deportivos se conviertan en espacios para violentar públicamente los derechos fundamentales de las mujeres. Sobre todo, en aquéllos que tradicionalmente han sido asignados a los hombres, como es el caso del arbitraje del fútbol”, se señala en el documento emitido por la funcionaria.
Al respecto, en dicho documento se sugirió a Barco adoptar las medidas correctivas para prevenir y erradicar este tipo de prácticas discriminatorias entre los jugadores de su club, así como imponer a los implicados la sanción correspondiente.
Asimismo se invocó a tener en cuenta que el fútbol es el deporte más popular de nuestro país y que, por lo tanto, los jugadores son líderes de opinión e imagen de prestigiosas instituciones educativas por lo que estos actos deben ser condenados.
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