Lima, 03 / 08 / 2007
Como cada 2 de agosto, día instituido por la Iglesia Católica como el Día del Perdón de los Pecados o de la Indulgencia, más de cuatro mil 500 personas necesitadas recibieron su ración de “porciúncula”, sopa preparada a base de diversas carnes y verduras, que es ofrecida por los padres franciscanos en el Convento de los Descalzos del Rímac.
La jornada de solidaridad se desarrolló en el mismo convento, donde desde muchos años los sacerdotes dedican su tiempo a la preparación de este plato, como un acto de amor al prójimo, especialmente los más pobres.
En 18 peroles con capacidad de 300 a 500 kilos, los franciscanos y jóvenes voluntarios de grupos parroquiales y del Rotary Club del Rímac prepararon el conocido “puchero franciscano” con 300 kilos de pollo, 50 kilos de cerdo y 100 kilos de carne de res. También se empleó cinco sacos de arroz y cinco sacos de papas y verduras.
Además, la empresa privada donó para esta jornada, que se ha convertido ya en una tradición, cinco mil litros de gaseosa, 15 mil panes y 16 sacos de naranjas que se repartieron entre los beneficiarios, quienes son, en su mayoría, ancianos del Rímac y de distritos cercanos.
En esta oportunidad, el reparto del puchero tuvo un matiz especial, pues contó con la presencia de cincuenta sacerdotes españoles que se formaron en el Convento de los Descalzos hace más de 40 años, pero luego regresaron a España.
La jornada de solidaridad se desarrolló en el mismo convento, donde desde muchos años los sacerdotes dedican su tiempo a la preparación de este plato, como un acto de amor al prójimo, especialmente los más pobres.
En 18 peroles con capacidad de 300 a 500 kilos, los franciscanos y jóvenes voluntarios de grupos parroquiales y del Rotary Club del Rímac prepararon el conocido “puchero franciscano” con 300 kilos de pollo, 50 kilos de cerdo y 100 kilos de carne de res. También se empleó cinco sacos de arroz y cinco sacos de papas y verduras.
Además, la empresa privada donó para esta jornada, que se ha convertido ya en una tradición, cinco mil litros de gaseosa, 15 mil panes y 16 sacos de naranjas que se repartieron entre los beneficiarios, quienes son, en su mayoría, ancianos del Rímac y de distritos cercanos.
En esta oportunidad, el reparto del puchero tuvo un matiz especial, pues contó con la presencia de cincuenta sacerdotes españoles que se formaron en el Convento de los Descalzos hace más de 40 años, pero luego regresaron a España.
Fuente: Noticia Local - Agencias