Lejos de tratarse de un problema de estética, las várices revelan un serio problema de circulación y, de no ser tratado a tiempo, podrían derivar en serias complicaciones a la salud. Y afecta principalmente a mujeres mayores de 60 años.
“En pacientes de sexo femenino la prevalencia de casos es de 30 a 40 por ciento, pero en las mujeres mayores la frecuencia de enfermedades varicosas aumenta hasta en un 60 por ciento”, afirmó el doctor Julio Peralta Rodríguez, cirujano cardiovascular de los hospitales del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (SISOL).
Explicó que las varices se producen debido a una alteración de las válvulas que están en las venas y que hace que la sangre en lugar de subir al corazón, se concentre en las partes bajas (extremidades inferiores) provocando que las venas se dilaten, lo que deriva en una serie de síntomas como dolor en las piernas, pesadez, escozor, sensación de quemazón, y calambres nocturnos.
En los casos más avanzados la pigmentación de la piel en la zona de los tobillos cambia y se pone muy marrón, incluso pueden aparecer úlceras y heridas crónicas.
La mayor complicación se da cuando se forman coágulos en las venas dilatadas, lo que hace que la sangre no circule libremente y los coágulos pueden ir al corazón y a los pulmones, provocando una tromboembolia pulmonar que es causa de muerte.
Causas y recomendaciones
Según el especialista, el factor hormonal es una de las causas de la enfermedad varicosa en las mujeres debido a la presencia de la progesterona, que aumenta en la segunda quincena del periodo menstrual y durante la gestación. Precisó que de cada diez casos, seis son mujeres y cuatro son varones.
Además, está el factor hereditario, causas congénitas, y otros hábitos que coadyuvan a desarrollar la enfermedad como son el peso, uso de ropa ajustada, medias con liga, fajas a nivel de la cintura, y estar con las piernas cruzadas, ya que esto dificulta la circulación sanguínea.
Se recomienda evitar la exposición al calor, principalmente la zona de las piernas, el uso de tacones altos y ejercicios que impliquen pujar ya que eso dificulta el retorno venoso. Lo que sí sugieren es consumir cítricos y practicar ejercicios que ayuden a irrigar la sangre.
Fuente: Noticia Local – Prensa Sisol