Desde las primeras horas de ayer, domingo 15 de agosto, fecha en que se recordaron tres años del fatídico terremoto, los pisqueños iniciaron sus protestas. Primero con un cacerolazo en rechazo al poco avance de las obras de reconstrucción, cientos de damnificados salieron con ollas y cucharones en plena madrugada.
Luego, a las 9 de la mañana, más de mil quinientos pobladores se concentraron en la plaza de armas de Pisco para marchar hacia el puente Huamaní en la Panamericana Sur. Por ello, la Policía pidió refuerzos de la Dinoes, y 150 efectivos se encargaron de resguardar el orden en este tramo de la carretera.
Aunque la marcha era pacífica, algunos pobladores protagonizaron una pequeña gresca con la Policía, luego de que efectivos intentaron detener a un manifestante. Minutos después las aguas se calmaron y los damnificados partieron hacia la entrada de Pisco para bloquear el puente Huamaní. Desde la una de la tarde hasta pasadas las tres, la medida de fuerza impidió el pase de cientos de vehículos, pese a que solo iba a ser por 20 minutos. Decenas de turistas y personas se vieron obligadas a cruzar el puente caminando o usando la vía alterna.
En plena protesta un niño de tres años resultó herido tras caer del puente accidentalmente y fue evacuado de inmediato. Uno de los dirigentes, Teódulo Hernández, señaló que el paro había sido un éxito y que aceptaron desbloquear la carretera tras pactar una cita para este jueves con el premier Javier Velásquez Quesquén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario