El Instituto Blacksmith ha publicado una nueva edición de su
'ranking' anual de las 35 ciudades del mundo más contaminadas, y por lo tanto,
menos recomendables para vivir.
El 'ranking' se basa en la estimación de la presencia en el
aire, el suelo y el agua de los metales pesados, mercurio, arsénico, pesticidas
y radionúclidos. Los investigadores tomaron en cuenta también el número de
personas potencialmente expuestas al impacto se esos factores de contaminación.
Si en alguna parte de América Latina puede decirse
constantemente la célebre frase de "aquí huele a azufre" es en el
centro de minería y metalurgia peruano, San Jerónimo de la Oroya. Además de
este elemento no metálico, la zona se especializa en la extracción de zinc,
cobre y metales pesados como el plomo.
Las grandes compañías mineras, tanto nacionales como
extranjeras, asentadas allí desde el siglo XIX, hicieron poco o nada para
paliar los efectos de contaminación del aire.
Como consecuencia, cerca de 35.000 personas están expuestas
a una incesante intrusión en sus organismos de esos elementos. El 99% de los
niños residentes en el área presentan plomo en su sangre, lo que conlleva
múltiples patologías cerebrales y vertebrales y especialmente problemas de
crecimiento.
Las otras nueve ciudades que presentan altos índices de
contaminación son Chernóbyl (Ucrania), Dzerzhinsk (Rusia), Bajos de Haina
(República Dominicana), Kabwe (Zambia), Linfen (China), Mailuu-Suu
(Kirguistán), Norilsk (Rusia), Ranipet (India) y Sumgait (Azerbaiyán).
Fuente: Noticia Local - actualidad.rt.com
Foto: ecovidaonline.blogspot.com