Por: Oswaldo Carpio Villegas
Alan García tuvo un exilio dorado de una década gracias a Vladimiro Montesinos con el que dialogaba Agustín Mantilla siguiendo la directiva de su Jefe. La prescripción llegó sola. Es lo que necesita Nadine Heredia. No seamos ingenuos.
Nadine Heredia y Ollanta Humala tienen dos candidatos favoritos: Keiko Fujimori y Alan García. Ellos necesitan un gobierno bajo el cual se declaren perseguidos políticos. De esa forma podrían refugiarse en el extranjero y conseguir apoyo. Un gobierno de centro, un gobierno independiente no les garantiza jugar el papel de víctimas. Por eso Nadine Heredia se mete en la campaña. Es el abrazo del oso.
Ella no quiere que gane ningún independiente que garantice independencia del Poder Judicial. Ellos quieren en el poder un gobierno intolerante y/o vengativo. De esa manera, podrían hasta pedir asilo político. Igual ocurrió en la relación entre Alan García y Alberto Fujimori. Luego de diez años de exilio dorado, García Pérez regresó al Perú con total impunidad. No tuvo ningún juicio y seis años después era presidente de la república, previa ansiada, adorada y conseguida prescripción judicial con los jueces de Montesinos. Luego fue presidente.