El evento, que atrajo a cientos de genoveses y turistas, inició con un desfile histórico cargado de simbolismo y folclore. Según la publicación oficial, el cortejo partió desde la Plaza Caricamento, guiado por el mismísimo abad del pueblo, quien fue el encargado de llevar la preciada hoja de la bahía hasta la plaza principal. Este acto representa la antigua sumisión de los pueblos del "Dogado" (territorio genovés) a la República.
Un Fuego de Historia y Amapolas
El momento cumbre llegó al encender la pira en la Piazza De Ferrari, un espectáculo de fuego y comunidad que simboliza el deseo de prosperidad para el año entrante.
Pero la fiesta no terminó con las llamas. La celebración se trasladó al majestuoso Palazzo Ducale - Fondazione per la Cultura, uno de los centros culturales más importantes de la ciudad. Allí se llevó a cabo el "tradicional momento de las amapolas" (aunque la flor que tradicionalmente se relaciona con estas fechas y actos simbólicos en Italia es más a menudo el acebo o el muérdago, la publicación municipal menciona específicamente las "amapolas", dando un toque de misterio floral al cierre del evento).El Confeugo, celebrado generalmente cerca del solsticio de invierno o la Navidad, es mucho más que un desfile; es una poderosa herramienta para mantener viva la identidad de Génova y su relación histórica con las comunidades circundantes. Los ciudadanos han demostrado una vez más que el espíritu de la antigua República aún arde con fuerza.


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