Ante los recientes casos de muertes por automedicación en el interior del país, el doctor César Amaro, especialista en medicamentos del Sistema Metropolitano de la Solidaridad (SISOL), afirmó que en el Perú cerca de la mitad de la población incurre en esta mala práctica, especialmente en las zonas populosas.
“Según la encuesta del INEI, es en las zonas más pobres donde la mayoría de la población acude a la oferta de las farmacias o por información de familiares, al no tener la posibilidad de pagar una consulta médica, lo que puede ser un riesgo”, expresó.
Señaló que las consecuencias de una automedicación desinformada o mal aconsejada, puede ir desde una alergia leve hasta complicaciones en la salud que pueden llevar a la muerte.
El Dr. Amaro precisó que la legislación peruana establece como prescriptores autorizados al médico general (el que maneja todas las patologías), odontólogos (en el aspecto dental), y obstetras (salud materna).
Bajo esta norma el profesional farmacéutico sólo puede recomendar un grupo de medicamentos denominados de venta libre en el caso de dolores y fiebre leve, lesiones cutáneas; más no cuando requiere de un tratamiento o en el caso de enfermedades complejas, subrayó.
Según el especialista, el problema con los medicamentos es que existe la “demanda intermediada”, en donde el consumidor final, que es el usuario, no es el que decide, sino el prescriptor, un profesional médico, técnico, o hasta familiares y amigos.
Refirió que la publicidad es otro factor que interviene en este proceso y que estimula la compra y el consumo de determinados medicamentos sin una prescripción médica.
Igualmente, está la alianza que hay entre algunos médicos y empresas farmacéuticas para que en las consultas promocionen la compra de medicamentos de determinadas marcas, y los llamados “visitadores médicos” que se colocan alrededor de las clínicas y hospitales ofreciendo productos que pueden no ser muy buenos o estar vencidos.
Fuente: Noticia Local - SISOL