La pirámide escalonada de Zoser lleva casi una década ‘mudando de piel’ debido a que se está siendo refaccionada con los mismos materiales – limo y arena – que tallaron su silueta en mitad del desierto.
El “lifting” de la construcción en piedra más antigua del mundo en Egipto, que fuera inhabilitado desde las revueltas que vencieron a Mubarak, ha suscitado una auténtica polvareda en la tierra de los faraones.
La empresa encargada de la restauración sería una empresa “amateur” y estaría propiciando el colapso de un hito de la arqueología egipcia. Frente a ello, varias organizaciones de arqueólogos locales han manifestado su molestia por el descuido.
"El trabajo de rehabilitación va por buen camino y sigue las directrices de la Unesco", ha asegurado este martes el nuevo ministro egipcio de Antigüedades Manduh el Damati ante la prensa.
Entre los andamios de madera y acero que mantienen apuntalada la cámara funeraria, el egiptólogo encargado ha negado las denuncias y ha avanzado que – una vez resueltas las penurias económicas – el monumento podría concluir su largo pasó por el quirófano el próximo año.
Eclipsada por las pirámides de Giza, la de Zoser (2687 a.C. - 2668 a.C.) fue la génesis que hizo posible la majestuosidad de sus descendientes. Erigida por el sumo sacerdote Imhotep durante la III dinastía, es el resultado de la superposición de seis mastabas, una estructura truncada de adobe en forma piramidal.
Hace unos días varios grupos de arqueólogos egipcios alertaron del peligro de derrumbe y denunciaron que Al Shorbagy, la empresa que resultó entonces adjudicataria de la rehabilitación, carecía de experiencia y estaba modificando drásticamente el exterior de la pirámide.
"La compañía nunca había llevado a cabo labores de restauración en Egipto", se quejó al diario estatal Al Ahram Amir Gamal, representante de un movimiento de amantes del patrimonio faraónico que divulgó además la reciente caída de un bloque.
Sobre la singular tarea que se ha desarrollado en el exterior – donde se ha retirado el sedimento de los escalones y sustituido los bloques dañados –, Iman tampoco alberga dudas: "Estamos usando las mismas piedras. Recogimos las que se derrumbaron y las reutilizamos.
Rejuvenecer su apariencia no ha sido la única intervención que ha sufrido en los últimos años la pirámide escalonada, de 62 metros de altura. Para reforzar su castigado esqueleto y reducir su vulnerabilidad a los terremotos, una empresa británica colocó en 2011 18 enormes "airbags" en la cámara funeraria.
Si las alicaídas arcas egipcias lo permiten, el ingeniero Hasan espera ver pronto el fin de la restauración de la pirámide de Zoser, cuyo interior lleva años cerrado al peregrinaje de turistas. "Si hay dinero, bastará con un año y medio más. Y la pirámide lucirá restaurada y no habrá que temer derrumbes", promete tratando de acallar las maldiciones que ventila la prensa local.
Fuente: Noticia Local - El Mundo