La parasitosis, muy común en niños de edad escolar y preescolar, es un problema de salud pública que si no se trata a tiempo podría devenir en serios problemas de salud como anemia, desnutrición, infección urinaria, e incluso obstrucciones intestinales con riesgo de muerte, señalan especialistas del SISOL.
“Cuando los parásitos están alojados por mucho tiempo en el intestino, lo que hace que este sangre y se pierda cierta cantidad de hierro y nutrientes, desarrollando anemia”, explicó Manuel Álvarez Miranda, médico general del Centro Médico El Nazareno.
Manifestó que este problema se presenta en sectores que no cuentan con las condiciones de higiene y saneamiento adecuado, generalmente en zonas rurales y urbano marginales.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 20 y 50 por ciento de la población total guarda en su organismo algún tipo de parásito.
El especialista mencionó que el síntoma más común en la parasitosis es el dolor abdominal, además de estreñimiento, diarreas, inapetencia, dolor de cabeza, nauseas, vómitos.
Otras características son el cansancio, baja de peso, rechinar de los dientes, así como dificultades para dormir, muchos niños sufren de insomnio, picazón en el ano, prurito nasal, y en algunos irritabilidad.
Entre los parásitos más comunes está el blastocystis hominis y los oxiuros, que es el que más contagia a los pequeños, provocando vulvovaginitis en niñas, e infección urinaria en niños, indicó el galeno.
Mencionó que en algunos casos los parásitos pueden provocar obstrucciones intestinales, lo que requiere de una cirugía inmediata, pues de lo contrario podría peligrar la vida del paciente.
¿Cómo se adquiere un parásito?
El parásito ingresa al organismo a través de dos vías: por la boca, cuando se ingiere algo que los contenga, y por el ano, donde se depositan sus huevecillos, que se propagan debido a una mala higiene corporal; por lo que el especialista recomendó lavarse las manos después de ir al baño, antes de comer, o para manipular los alimentos.
El parásito ingresa al organismo a través de dos vías: por la boca, cuando se ingiere algo que los contenga, y por el ano, donde se depositan sus huevecillos, que se propagan debido a una mala higiene corporal; por lo que el especialista recomendó lavarse las manos después de ir al baño, antes de comer, o para manipular los alimentos.
Álvarez indicó que el tratamiento dependerá del tipo de parásito y no sólo debe darse al paciente si no a todos los integrantes de la familia, además de tomar medidas para evitar que se vuelvan a reinfectar, todo bajo la orientación del médico.
Entre el 20 y 50 % de la población mundial presenta algún tipo de parásito, según OMS.
Fuente: Noticia Local / Comunicaciones SISOL