Lima, 15/08/2008
Los efectos psicosociales en el ser humano generados por una catástrofe, como el terremoto del año pasado en el sur del país, pueden tardar años en ser superados, afirmó el psicoanalista Jorge Bruce.
“El estrés post traumático puede durar años y el superarlo dependerá de las condiciones en que se encontraba la persona que vivió el trauma y la posibilidad que se le ofrece de reparación psíquica, pero también del material que reciba. Esto puede convertirse en una experiencia irremediable o en una experiencia en la cual se pueden aprender cosas y hasta mejorar, pero no se está viendo mucho de eso”, sostuvo.
El specialista indicó que ante un hecho de este tipo, son los niños y los ancianos los más vulnerables a padecer serios traumas psicológicos, debido a su inestabilidad emocional.“Esto es proporcional a la fortaleza emocional y al momento evolutivo de las personas. Los niños suelen quedar muy afectados con este tipo de situaciones. Los adultos jóvenes son los que tienen más posibilidad de superar estos hechos; pero los ancianos y niños son los que se encuentran en mayor situación de desamparo”, refirió.
Bruce indicó que los llamados “rumores” entre la población sobre los graves efectos que puede generar un sismo, influyen en la reacción de la persona al momento del mismo movimiento, generándole una situación de nerviosismo y temor.
“El terremoto cuando causa daños produce una sensación de alteración brutal de todo aquello que a uno le proporciona el sentimiento de continuidad. El destino se vuelve algo por definición impredecible y uno anticipa que lo peor va a suceder, entonces el rumor cae en un terreno mucho más propicio que en circunstancias donde la gente se siente más segura y protegida”, puntualizó.
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