Mantaro, VRAE, 23 / 08 / 2007
Triste hallazgo. Personal de Antropología Forense del Ministerio Público perteneciente a la Fiscalía Supranacional de Ayacucho exhumó 17 cadáveres de niños y adultos asesinados por el grupo terrorista Sendero Luminoso hace 16 años en un sector de la comunidad de Mantaro, distrito de Pichari, a una hora y media de Ayna, en el Valle del Río Apurímac y Ene (VRAE).
Según indicaron los comuneros, los cadáveres son el producto de un enfrentamiento ocurrido en marzo de 1991, cuando un grupo de terroristas, presumiblemente comandados por el ‘camarada Polinancio’, ingresó a punta de fusiles a la localidad asesinando primero a los miembros del Comité de Autodefensa, para luego secuestrar a 42 miembros de esa comunidad.
El equipo del Ministerio Público estuvo encabezado por el fiscal Rubén López López, quien arribó a la zona el pasado domingo 19, y adelantó que las labores continuarán hasta mañana jueves, por lo menos, pues esperan desenterrar todos los cuerpos.
Los restos hallados en la fosa común pertenecieron a Mariano Potosino Coronado (35 años), Justo Huicho Maciso (50), Elizabeth Palomino Fernández (12), Jacinto Ludeña Chongari (35), Alfredo Canales Alvarado (18), Celestino Janampa Huicho (28), Teodoro Miguel -un peón que llegó días antes y cuyo nombre real se desconoce-, los hermanos Eber y Emerson Prado Palomino -de 3 y 1 año de edad respectivamente-, Carlos Taipe Aguilar (48), Julián Tinoco Salcedo (55), Julio Yumpari -nativo ashaninka- (28), y Felix Aguirre (40).
En la fosa también se encontró a dos personas asesinadas durante los asedios de Sendero Luminoso en 1993, identificados como Amador Anyosa (39), muerto en su chacra de un balazo, y Moisés Huamán Peralta (22), quien falleció al intentar desactivar una mina antipersonal colocada alrededor de la villa como mecanismo defensivo. Ambos son considerados héroes de la comunidad.
Otros comuneros muertos por el enfrentamiento son: Honorato Landa (42), enterrado en el sector de Teresa, en el distrito de Pichari; Wilber Luque Ramiro (21) y Teófilo Contreras Loayza (55), estos dos últimos enterrados en Llochegua.
Según indicaron los comuneros, los cadáveres son el producto de un enfrentamiento ocurrido en marzo de 1991, cuando un grupo de terroristas, presumiblemente comandados por el ‘camarada Polinancio’, ingresó a punta de fusiles a la localidad asesinando primero a los miembros del Comité de Autodefensa, para luego secuestrar a 42 miembros de esa comunidad.
El equipo del Ministerio Público estuvo encabezado por el fiscal Rubén López López, quien arribó a la zona el pasado domingo 19, y adelantó que las labores continuarán hasta mañana jueves, por lo menos, pues esperan desenterrar todos los cuerpos.
Los restos hallados en la fosa común pertenecieron a Mariano Potosino Coronado (35 años), Justo Huicho Maciso (50), Elizabeth Palomino Fernández (12), Jacinto Ludeña Chongari (35), Alfredo Canales Alvarado (18), Celestino Janampa Huicho (28), Teodoro Miguel -un peón que llegó días antes y cuyo nombre real se desconoce-, los hermanos Eber y Emerson Prado Palomino -de 3 y 1 año de edad respectivamente-, Carlos Taipe Aguilar (48), Julián Tinoco Salcedo (55), Julio Yumpari -nativo ashaninka- (28), y Felix Aguirre (40).
En la fosa también se encontró a dos personas asesinadas durante los asedios de Sendero Luminoso en 1993, identificados como Amador Anyosa (39), muerto en su chacra de un balazo, y Moisés Huamán Peralta (22), quien falleció al intentar desactivar una mina antipersonal colocada alrededor de la villa como mecanismo defensivo. Ambos son considerados héroes de la comunidad.
Otros comuneros muertos por el enfrentamiento son: Honorato Landa (42), enterrado en el sector de Teresa, en el distrito de Pichari; Wilber Luque Ramiro (21) y Teófilo Contreras Loayza (55), estos dos últimos enterrados en Llochegua.
Fuente: Noticia Local - INFOREGIÓN