Fotografía: Ademir Espíritu
- Los mapas de peligro distribuyen las ciudades en cinco zonas: muy peligrosas, peligrosas, de peligro alto, medio y bajo.
El sismólogo peruano Julio Kuroiwa afirma que desalojar a la gente puede ser un problema para cualquier autoridad, pero a las personas hay que decirles la verdad: allí están expuestos a un gran riesgo porque la arena que se acumula es eólica, la cual es transportada por el viento.
Recuerda que el barrio de San Francisco en Moquegua, cuyas características eran similares a las de Lomo de Corvina, se destruyó al 100% en el terremoto de julio de 2001. “Si a Lomo de Corvina se le agregan sistemas de agua y desagüe, significa que el riesgo aumentará aún más.”
El científico sostiene que el alcalde tiene que invertir en la elaboración de un mapa de peligro, es decir estudiar los efectos sísmicos, la posibilidad de deslizamientos y de inundación que puedan poner en riesgo la vida y las edificaciones.
“Eso lo enfatizamos en el mapa de peligro, pues este instrumento permitirá clasificar las zonas de riesgo de cada ciudad. 122 ciudades lo tienen, pero no lo utilizan. Lima no cuenta con uno.”
Instrumento clave- En 2003, el Indeci, con el apoyo del PNUD, elaboró mapas de peligro de 122 ciudades a escala nacional, incluidas Chincha, Pisco e Ica.
Fuente: Noticia Local - Agencias