19 mar 2007

Áreas de Conservación Municipal en peligro

Lima, 19 / 03 / 2007

La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental - SPDA manifiesta su preocupación y desacuerdo con la aprobación del Decreto Supremo Nº 015-2007-AG promulgado el día de hoy, que deroga el artículo 41.2 y el Capítulo X del Título Segundo del Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas referidos a las Áreas de Conservación Municipal - ACM como áreas naturales protegidas complementarias al Sistema Nacional de Areas Naturales Protegidas - SINANPE.

Consideramos esta medida como altamente nociva y lamentable pues evidencia un proceder del Estado -representado por el Gobierno Central-, contrario a sus obligaciones referidas a la conservación de sitios y a la promoción de la descentralización, elementos que parecen quedar tan sólo en el discurso.

Estamos convencidos, sin embargo, de que esta penosa decisión no detendrá la facultad constitucional de los órganos municipales para definir autónomamente la organización de su espacios territoriales y el establecimiento de Áreas de Conservación Municipal y otras categorías de conservación. Más bien, esta decisión generará que estas áreas carezcan de regulación y de procedimientos, lo que favorecerá la informalidad y el conflicto.

Desde el 2000, pero con mayor énfasis en los últimos tres años, las Áreas de Conservación Municipal (ACM) se han convertido en una figura legal de iniciativa municipal que ha facilitado la intervención de esos gobiernos para asegurar servicios ambientales para sus localidades: preservar el recurso hídrico en sus zonas mediante la protección de cabeceras de cuenca, controlar la erosión de sus tierras y conservar relictos de áreas silvestres ubicadas en su entorno. A la fecha suman más de 70 en todo el territorio nacional.

El establecimiento de estas ACM en general ha generado efectos positivos, tanto en lo económico y social como en lo ambiental. Una prueba de ello son muchas de las ACM de la Región San Martín para proteger fuentes de agua, recurso esencial en una Región con altos niveles de deforestación.

Las normas hoy derogadas determinaban pautas para orientar este accionar, y ellas fueron resultado de un proceso de socialización y consenso con alcaldes y usuarios de estos espacios, y recogían además la necesidad de aprobar una Ley que consolide este instrumento.

Desde el 2000, pero con mayor énfasis en los últimos tres años, las Áreas de Conservación Municipal (ACM) se han convertido en una figura legal de iniciativa municipal que ha facilitado la intervención de esos gobiernos para asegurar servicios ambientales para sus localidades: preservar el recurso hídrico en sus zonas mediante la protección de cabeceras de cuenca, controlar la erosión de sus tierras y conservar relictos de áreas silvestres ubicadas en su entorno. A la fecha suman más de 70 en todo el territorio nacional.

El establecimiento de estas ACM en general ha generado efectos positivos, tanto en lo económico y social como en lo ambiental. Una prueba de ello son muchas de las ACM de la Región San Martín para proteger fuentes de agua, recurso esencial en una Región con altos niveles de deforestación.

Las normas hoy derogadas determinaban pautas para orientar este accionar, y ellas fueron resultado de un proceso de socialización y consenso con alcaldes y usuarios de estos espacios, y recogían además la necesidad de aprobar una Ley que consolide este instrumento.

Creemos que la articulación de la gestión ambiental y de recursos naturales desde las municipalidades debe contar con un marco político y jurídico apropiado, que permita a figuras como las Áreas de Conservación Municipal, ampliamente desarrolladas a la fecha, continuar constituyendo una estrategia complementaria de conservación de la diversidad biológica y los valores asociados a nuestro país. La aprobación del DS 015-2007-AG no propone ningún camino hacia delante en este sentido y, por el contrario, deja una sensación de querer eliminar la posibilidad de que los municipios establezcan áreas de conservación en sus localidades. Ello resulta incongruente con la política de descentralización del país, inapropiado para el gerenciamiento del uso del espacio, e inconstitucional, ya que se estaría interfiriendo con decisiones sobre ordenamiento territorial que corresponden también a otros niveles de gobierno.

Confiamos en que nuestras en autoridades reconocerán los efectos negativos de esta decisión y serán concientes de la importancia de fortalecer el proceso de descentralización y el rol que la conservación tiene en relación a este, procederán a restituir y consolidar las normas derogadas.

Creemos que la articulación de la gestión ambiental y de recursos naturales desde las municipalidades debe contar con un marco político y jurídico apropiado, que permita a figuras como las Áreas de Conservación Municipal, ampliamente desarrolladas a la fecha, continuar constituyendo una estrategia complementaria de conservación de la diversidad biológica y los valores asociados a nuestro país. La aprobación del DS 015-2007-AG no propone ningún camino hacia delante en este sentido y, por el contrario, deja una sensación de querer eliminar la posibilidad de que los municipios establezcan áreas de conservación en sus localidades. Ello resulta incongruente con la política de descentralización del país, inapropiado para el gerenciamiento del uso del espacio, e inconstitucional, ya que se estaría interfiriendo con decisiones sobre ordenamiento territorial que corresponden también a otros niveles de gobierno.

Confiamos en que nuestras autoridades reconocerán los efectos negativos de esta decisión y concientes de la importancia de fortalecer el proceso de descentralización y el rol que la conservación tiene en relación a este, procederán a restituir y consolidar las normas derogadas.
Fuente: DG LOCAL - Sociedad Peruana de Derecho Ambiental - SPDA

GOBIERNO DEROGA NORMA PARA ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS MUNICIPALES

Lima, 19 / 03 / 2007

El día jueves 15 de marzo, el gobierno ha dado otro paso atrás en el proceso de descentralización, considerando la desactivación de CND, las acciones discrecionales como la entrega del proyecto Chinecas a una municipalidad provincial de su entorno y no al gobierno regional, además de los programas centralistas que ha creado. Acaba de aprobar y promulgar el DS 015-2007- AG que deroga el artículo 41.2 y el Capítulo X del Título Segundo del Reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas referidos a las Áreas de Conservación Municipal.

Coincidimos con la postura de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) que la experiencia desarrollado en los últimos años en San Martín (Nueva Cajamarca) Apurímac (Cotaruse) Piura (Cuenca de Bigote) y otras más en el país, representaba un avance sustantivo que nos mostraba elementos para otorgar más atribuciones a las municipalidades en la generación, creación y manejo de estas áreas y que el paso a dar era el de perfeccionar las normas en ese sentido y no restringir la competencia municipal para generarla y dejarla en manos del gobierno central a través del sector respectivo.

Las municipalidades rurales tienen competencias ligadas a la preservación del agua, suelo, la biodiversidad y por lo tanto el mecanismo de área de conservación municipal es el idóneo para cumplir con el mandato que la ley les otorga.

En ese sentido, hacemos un llamado al Presidente de la República, a los Congresistas de las diversas regiones del país, a la Comisión de Descentralización, Regionalización, Gobiernos Locales y Modernización del Estado a la Comisión Agraria para que reflexionen y tomen cartas en este asunto vital para la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Fuente: REMURPE

13 mar 2007

La realidad alarmante del agua en Perú

Londres, 13 de marzo del 2007











Por James Painter BBC, Perú

El ganador de un premio Oscar, Al Gore, decidió llamar a su documental sobre el calentamiento global "Una verdad incómoda". Pero en Perú se trata de una realidad alarmante.
Funcionarios, expertos y ambientalistas conciden en que el rápido deshielo de los espectaculares glaciares andinos que se muestran en la cinta, está amenazando a largo plazo el desarrollo económico y humano del país sudamericano en el que la carencia de agua genera más preocupación.



"El calentamiento global para nosotros no se trata sólo de ambiente", advierte Julio García, miembro del Consejo Nacional del Ambiente en Perú (Conam).
"Se trata más de cómo podemos desarrollar Perú de forma sostenible en los próximos años", añade.
El problema del agua en Perú reside en parte en la peculiar geografía del país.
Una buena parte de la costa en el Pacífico sería desierto, de no ser por el agua que fluye desde los Andes.
Más de 70% de la población vive a lo largo de la costa, donde se encuentra menos de 2% de los recursos hidráulicos del país.
En contraste, el lado de los Andes que da hacia el Atlántico tiene 98% del agua y sólo un cuarto de la población.
"Mucho de nuestro suministro de agua está en el lado equivocado", dice García.
Deshielo glaciar
Perú tiene el mayor número de glaciares tropicales en el mundo. Estos depósitos de agua son importantes para la lenta liberación del líquido, particularmente en la temporada seca. Y Perú necesita desesperadamente agua todo el año.
Además de la necesidad de beber agua, 80% de la energía del país se genera tradicionalmente a partir de la hidroelectricidad.


Y la reciente expansión de sectores de la economía, como la agroexportación y la minería también absorbe enormes volúmenes de agua.
Los últimos datos del retroceso de los glaciares son alarmantes.
Un equipo de investigadores peruanos y científicos internacionales estima que Perú y Bolivia, que en conjunto tienen más de 90% de los glaciares tropicales del mundo, han perdido cerca de una tercera parte de la superficies de sus glaciares entre 1970 y 2006.
La Coordillera Blanca -donde se encuentra la montaña más alta de Perú: Huascarán, que mide 6.768 metros- ha recibido la mayor atención por parte de los especialistas.
El agua que baja de la cordillera alimenta diversas actividades económicas en el valle de Río Santa, justo debajo de la cadena montañosa.
Esto incluye una planta hidroeléctrica que genera el 5% de la electricidad de Perú, el agua potable para dos ciudades y agricultura comercial y a pequeña escala.
"El agua de los glaciares es absolutamente vital para el valle en los seis o siete meses de la temporada seca", dice Gabriela Rosas, investigadora del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Perú.


Se calcula que el derretimiento glaciar provee entre el 10 y 20% del total de agua que se extrae anualmente en el valle, pero puede alcanzar hasta 40% en la temporada seca.
Rosas es parte de un equipo de investigadores que estudia la disponibilidad de agua en Perú en el futuro.
Los modelos, basados en incrementos moderados de temperatura, predicen que la disponibilidad de agua al año aumentará ligeramente, conforme más glaciares se derritan, pero habrá un descenso dramático después de 2050 y posiblemente tan pronto como en 2030.
Las variaciones en cada temporada serán más intensas, con menor agua disponible en la temporada seca.
Bajas reservas
Lima, la capital de Perú, genera preocupación en particular.
La cuidad está construída en un desierto, mantiene una población de más de 8 millones, y recibe muy poca lluvia.


La capital recibe mucha de su agua del Río Rimac y otros dos ríos con fuentes en lo alto de los Andes. Los ríos son parcialmente alimentados por el deshielo glaciar, aunque poco menos que del valle de Río Santa.
"Lima tiene un enorme déficit entre el suministro y la demanda; las proyecciones oficiales dicen que éste será mayor en el futuro", dice Juan Carlos Barandiaran, ex líder de proyectos de la compañía de agua municipal (Sedapal).
La demanda tiende a incrementarse al tiempo que la ciudad recibe miles de nuevos habitantes cada año.
"Debemos tener más reservas", explica Barandiaran.
La última gran sequía, de 2004, dejó el suministro de agua de la ciudad en los límites.
"Si tenemos sequías en los dos años siguientes, nuestras reservas actuales no lo soportarán", asegura.
El gobierno del presidente Alan García quiere proveer de conexiones de agua a cerca de un millón más de personas en Lima, pero los expertos dicen que esto incrementará aún más la demanda.
El proyecto es conocido como "Agua para todos". Pero Carlos Silvestri, ex presidente de Sedapal, dice que "será muy poca agua para todos".
"Vulnerable"
Por varios años, Silvestri y otros expertos han exigido a los gobiernos construir obras multimillonarias, como un segundo túnel a través de los Andes, para fortalecer las reservas.


Estos trabajos se han convertido en algo cada vez más urgente con la perspectiva de menor agua en la temporada seca.
Ellos podrían capturar y almacenar más agua durante la temporada húmeda.
"Somos la única ciudad en América del Sur con tan pocas reservas, menos de un año de suministro. Somos muy vulnerables", señala Silvestri.
Además, el investigador se preocupa por la creciente frecuencia e intensidad de sequías a propósito del fenómeno de El Niño, y la actual dependencia de Lima en sólo un tunel de 60 kilómetros que atrae agua del otro lado de los Andes. Y ahora el derretimiento glaciar.
"Estamos al borde del abismo", advierte.
Los científicos consideran difícil predecir dentro de cuántos años tendrá lugar realmente el efecto del derretimiento glaciar.
Pero es notable cómo muchos expertos en Perú se toman muy en serio la predicción que indica que el evento llegará en este siglo, cuando un barril de agua costará más que un barril de petróleo.


Fuente: BBC Mundo .com