En medio del dolor de sus padres y hermanos, los restos de Ciro Castillo-Rojo (26) fueron sepultados en el cementerio Mapfre de Huachipa, luego de ser rescatado hace varios días en el nevado Bomboya, donde desapareció el pasado 4 de abril.
"Es difícil entender cuando las cosas suceden de manera antinatural. No es natural hermanos que un padre entierre a su hijo, no es natural hermanos que el hijo, que debería estar en la lucha, ahora esté en la tumba, y el padre que se está yendo a la tumba tenga que luchar para encontrar a su hijo", expresó el padre del joven.
En un breve discurso, el doctor agradeció a los periodistas y la población por seguir el caso. También tuvo palabras de elogio para Eloy Cacya, Christian Tataje, los Topos mexicanos y demás rescatistas por encontrar el cuerpo de su hijo.
"Nos falta encontrar la verdad, qué pasó, qué sucedió con él (…) Es importante que en nuestros corazones haya odio y rencor. La mejor justicia es la justicia de la propia justicia. El mejor juez es el juez de tu conciencia y tal vez tu peor verdugo sean tus remordimientos", anotó.
La madre del joven, Rosario García-Caballero, y sus dos hermanos rompieron en llanto mientras el féretro descendía a su morada final. En tanto, 200 palomas, que simbolizaban los días que Ciro estuvo desaparecido, fueron soltadas.
"Es difícil entender cuando las cosas suceden de manera antinatural. No es natural hermanos que un padre entierre a su hijo, no es natural hermanos que el hijo, que debería estar en la lucha, ahora esté en la tumba, y el padre que se está yendo a la tumba tenga que luchar para encontrar a su hijo", expresó el padre del joven.
En un breve discurso, el doctor agradeció a los periodistas y la población por seguir el caso. También tuvo palabras de elogio para Eloy Cacya, Christian Tataje, los Topos mexicanos y demás rescatistas por encontrar el cuerpo de su hijo.
"Nos falta encontrar la verdad, qué pasó, qué sucedió con él (…) Es importante que en nuestros corazones haya odio y rencor. La mejor justicia es la justicia de la propia justicia. El mejor juez es el juez de tu conciencia y tal vez tu peor verdugo sean tus remordimientos", anotó.
La madre del joven, Rosario García-Caballero, y sus dos hermanos rompieron en llanto mientras el féretro descendía a su morada final. En tanto, 200 palomas, que simbolizaban los días que Ciro estuvo desaparecido, fueron soltadas.
Fuente: Noticia Local - La República
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